Definición de los Tratados de Libre Comercio (TLC)
Un tratado de libre comercio (TLC) es un acuerdo comercial vinculante que suscriben dos o más países para acordar la concesión de preferencias arancelarias mutuas y la reducción de barreras no arancelarias al comercio de bienes y servicios. A fin de profundizar la integración económica de los países firmantes, un TLC incorpora además de los temas de acceso a nuevos mercados, otros aspectos normativos relacionados al comercio, tales como propiedad intelectual, inversiones, políticas de competencia, servicios financieros, telecomunicaciones, comercio electrónico, asuntos laborales, disposiciones medioambientales y mecanismos de defensa comercial y de solución de controversias. Los TLC tienen un plazo indefinido, es decir, permanecen vigentes a lo largo del tiempo por lo que tienen carácter de perpetuidad
Importancia de los Tratados de Libre Comercio
Los Tratados de Libre Comercio forman parte de una estrategia comercial de largo plazo que busca consolidar mercados para los productos peruanos con el fin de desarrollar una oferta exportable competitiva, que a su vez genere más y mejores empleos. La experiencia muestra que los países que más han logrado desarrollarse en los últimos años son aquellos que se han incorporado exitosamente al comercio internacional, ampliando de esta manera el tamaño del mercado para sus empresas. La necesidad de promover la integración comercial como mecanismo de ampliación de mercados es bastante clara en el caso del Perú, cuyos mercados locales, por su reducido tamaño, ofrecen escasas oportunidades de negocios y, por tanto, de creación de empleos.
OBJETIVOS
Los objetivos del presente Tratado, expresados en sus principios y reglas, principalmente los de trato nacional, trato de nación más favorecida y transparencia, son los siguientes:
1. Eliminar obstáculos al comercio y facilitar la circulación fronteriza de bienes y de servicios entre los territorios de las Partes;
2. Promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio;
3. Aumentar sustancialmente las oportunidades de inversión en los territorios de las Partes;
4. Proteger y hacer valer, de manera adecuada y efectiva, los derechos de propiedad intelectual en territorio de cada una de las Partes;
5. Crear procedimientos eficaces para la aplicación y cumplimiento de este Tratado.
6. Establecer lineamientos para la ulterior cooperación trilateral, regional y multilateral encaminada a ampliar y mejorar los beneficios de este Tratado.
Importancia de los Tratados de Libre Comercio en América Latina
1) El comercio tiene un potencial enorme para el desarrollo económico y la reducción de la pobreza.
América Latina es un ejemplo reciente: supo aprovechar los precios altos de sus productos básicos para impulsar su crecimiento económico y generar empleos mejor remunerados. La región experimentó un período de fuerte crecimiento, que redundó en una mejora significativa de sus indicadores económicos y sociales, impulsado en gran parte por el comercio internacional. La liberalización del comercio, generada particularmente por la reducción multilateral de los aranceles y facilitada por el creciente número de acuerdos comerciales regionales, ha servido como catalizador de dichas tendencias. Con la des-aceleración del crecimiento económico de China, el auge de los productos básicos finalizó, dando paso a una recesión y a un lento crecimiento en muchas economías de América Latina.
2) Es fundamental evaluar el impacto del comercio y diseñar estrategias de aplicación óptimas para los acuerdos existentes.
Las reglas de origen, por ejemplo, establecen las condiciones bajo las cuales un país importador considera un producto como originario de un país exportador que recibe un trato preferencial. Estas reglas muchas veces son sumamente restrictivas y varían no solo según el producto, sino también de un tratado a otro. Esto hace que el comercio se torne más complicado para las empresas y los demás actores involucrados. Suena como algo muy técnico y en cierto modo lo es, pero si uno realmente quiere entender los acuerdos comerciales, las reglas de origen son una cuestión que verdaderamente hay que poder descifrar.
3) Otras cuestiones que están detrás de las fronteras afectan al comercio.
Algunas medidas que afectan los procesos comerciales son esencialmente internas a los países, como la liberalización del comercio de servicios, la eliminación de barreras y la creación de mecanismos para proteger a los inversores extranjeros, las políticas de competencia y contratación pública, y las normas laborales y ambientales. ¿Sabías, por ejemplo, que los países de América Latina que firmaron algún TLC con EE. UU. aumentaron considerablemente el promedio tanto del número de inspectores como de inspecciones laborales
4) Los acuerdos comerciales pioneros funcionan como laboratorios de innovación para las políticas comerciales internacionales.
Algunos acuerdos pioneros ya abordan aspectos relacionados con los derechos de propiedad intelectual, el comercio electrónico y las empresas de propiedad estatal (EPE). Estas cuestiones están cobrando cada vez más importancia en los acuerdos de última generación, ¿por qué? ¿Crees que las empresas públicas deben recibir el mismo trato que las empresas del sector privado en el comercio internacional? Los acuerdos bilaterales celebrados entre países de América Latina y Estados Unidos, por ejemplo, incluyen disposiciones que regulan el comercio electrónico, debido a que este está modificando la naturaleza de nuestras compras y el modo en que comerciamos internacionalmente, con las consiguientes implicaciones para la actividad aduanera.
5) Los cambios económicos y políticos recientes abren nuevos escenarios futuros para los acuerdos comerciales.
La aparición de los acuerdos regionales y la posible incorporación de más economías entraña nuevos escenarios y posibilidades para los acuerdos comerciales, por ejemplo, en términos de economías de escala y redes de producción conjunta que involucren actividades de mayor valor agregado. No obstante, los beneficios potenciales de estos acuerdos —como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (o TPP, por sus siglas en inglés) o el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP)— no están exentos de escepticismo o incluso rechazo en algunos sectores de la sociedad.